Llegué a Lisboa por la noche, y fui a la misma casa donde había estado antes, sólo que ahora ya habían vuelto mis amigos de Argentina. Me habían preparado una comida, pero con la pérdida del vuelo llegué mucho más tarde, así que comí con Ana mientras el resto ya dormía.
El miércoles fuimos con Ana y Lisandro a Belem, a visitar los lugares que yo no había ido en mi estadía anterior: la torre de Belem y el monasterio de los Jerónimos. Luego fuimos a un parque y tomamos mate acompañado con los fabulosos Pastéis de Belém, mientras Lisandro jugaba. A la noche fui con Beatriz y Pedro a escuchar una banda de Jazz en Lisboa.
El jueves me pasé toda la mañana preparando las valijas con tooodo mi equipaje, tarea nada trivial. Y aprovechando que los chicos estaban por mudarse a una nueva casa en Lisboa y ya tenían las llaves, fui a dejar los bolsos ahí, que es mucho más cerca del aeropuerto. Luego nos encontramos con Ana, Pepe y Lisandro en una confitería muy tradicional en Lisboa a tomar el chocolate, luego fuimos de compras y cenamos en un shopping. Me encontré con Alex, que lo había conocido un par de meses antes a tomar un par de cervezas, me despedí de los chicos y a las cuatro de la mañana me tomé un taxi al aeropuerto (otro vuelo en horarios imposibles).